Aunque suene muy frío, para invertir en Bolsa la mejor forma de actuar es hacerlo como si fueras un robot. Es decir, intentar actuar de la manera más fría posible y olvidando los propios sentimientos.

Es que los mercados financieros lo ponen a uno a prueba constantemente; nos hacen enfrentar situaciones en las aparecen irremediablemente nuestros sentimientos más arraigados. Y en una situación así, los sentimientos sólo pueden jugarnos en contra.

Vamos a suponer que compras una acción, y que durante unos meses, se mantiene en una tendencia lateral. De pronto, sube un poco el precio, por ejemplo un 10%. Si estamos hablando de gente insegura, entonces rápidamente te verás invadida por el miedo, ¿y qué harás, en consecuencia? Probablemente procedas a vender la acción.

En el ejemplo anterior, te habrías dejado gobernar por un sentimiento, en lugar de dejar correr los beneficios y esperar a que salte tu stop si la tendencia cambia.

También podría ser el caso que tras de haber perdido un 10% el valor, no vendas el papel y te dejes llevar por la esperanza de que la acción se recupere.

Al final, las pérdidas superarían los beneficios, y hasta podrían alcanzar un 50% más. Y en la Bolsa, no se pueden hacer ganancias si obtienes un 10% cuando ganas pero se te va un 50% cuando pierdes.

Entonces, como cuando invertimos en Bolsa lo hacemos para ganar dinero, hay que hacer todo lo posible por dejar los sentimientos de lado. El mejor consejo es: actúa mejor como un robot, y no permitas que te gobiernen los sentimientos.