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Los ataques de represalia fueron ordenados por el presidente estadounidense Trump en respuesta a un ataque mortal con armas químicas contra ciudadanos sirios a principios de esta semana. El movimiento fue preparado para destruir un aeródromo que estuvo involucrado en el lanzamiento del ataque de armas químicas.
Después de una apertura estable, los precios del crudo subieron más, con el crudo WTI alcanzando su nivel más alto desde el 8 de marzo en 52,94 dólares. El crudo Brent para junio alcanzó los 56,07 dólares. Ambos contratos de futuros retrocedieron desde sus máximos tras el brote inicial.
El ataque sacudió a los mercados financieros, con el petróleo subiendo a medida que los inversores descontaban una prima en Oriente Medio. Los mercados de refugio como el oro, los bonos del tesoro y el yen subieron, mientras que las acciones y el dólar bajaron.
Es probable que el crudo continúe manteniendo sus ganancias durante la sesión. El próximo fin de semana supone una amenaza para el movimiento porque algunos inversores pueden no querer mantener posiciones abiertas hasta el lunes. Esto puede causar cierta volatilidad hacia el final de la sesión.
Los precios del oro inicialmente intentaron subir el jueves, pero se dieron la vuelta para caer hacia el nivel de 1250 dólares. Debido a esto, sospecho que el mercado se está estableciendo antes del informe de trabajo de EEUU de hoy, y con esto es probable que los mercados se muestren agitados hoy, pero todavía tengo un sesgo alcista en este mercado, especialmente mientras proyectamos hacia el nivel de 1240 dólares. En el nivel de 1260, espero ver resistencia, pero si podemos romper a un nuevo máximo, el mercado debería seguir subiendo mucho más.
El crudo de WTI está mostrando una ganancia, cotizando a 51.29 dólares, aunque permanece apartado del máximo de un mes de ayer en 51,88 dólares. La ganancia marca una acción de precio notable, ya que sigue al aumento de los inventarios de Estados Unidos en la última semana de informes, con la falta de venta sostenida, eso sugiere que puede haber un cambio en el equilibrio subyacente de demanda/oferta en el mercado de crudo, lo que encaja con una reducción en Asia.
A ojos de algunos, la globalización se ha convertido en el centro de todos los males del mundo, provocando una bajada significativa de los salarios, la pérdida de los derechos laborales e incluso una democracia que muchas veces vela más por el bienestar de las empresas multinacionales que por los derechos de sus ciudadanos.
Ahora, un equipo internacional de científicos ha sumado a esta larga lista una nueva amenaza: más de 750.000 personas mueren prematuramente cada año debido a la contaminación que se genera al fabricar bienes en un lugar para posteriormente venderlos en otro
Un 22% se debe al comercio internacional de bienes y servicios
Según el estudio, publicado en la revista científica 'Nature', en el año 2007, de los casi tres millones y medio de personas que murieron prematuramente en todo el mundo por causas relacionadas con la contaminación, más de 410.000 personas (un 12%) fallecieron por respirar finas partículas de contaminación (conocidas como PM2.5) que el viento había movido de una región del mundo a otra.
Además, los investigadores descubrieron que, ese mismo año, las partículas PM2.5, generadas por la producción de bienes y servicios en una parte del mundo y su posterior consumo o utilización en otra región, provocaron que 764.400 personas (un 22%) fallecieran de forma prematura.
Asia: el continente más afectado por este fenómeno
Por otro lado, el estudio detalla que la carga ambiental de la industria manufacturera recae principalmente en Asia, una región que se caracteriza por las exportaciones baratas y las permisivas leyes medioambientales. Así, 500.000 personas mueren cada año en el citado continente por enfermedades relacionadas con la polución, incluyendo a más de 200.000 en China y más de 100.000 en la India
A ojos de algunos, la globalización se ha convertido en el centro de todos los males del mundo, provocando una bajada significativa de los salarios, la pérdida de los derechos laborales e incluso una democracia que muchas veces vela más por el bienestar de las empresas multinacionales que por los derechos de sus ciudadanos.
Según el estudio, publicado en la revista científica ‘Nature’, en el año 2007, de los casi tres millones y medio de personas que murieron prematuramente en todo el mundo por causas relacionadas con la contaminación, más de 410.000 personas (un 12%) fallecieron por respirar finas partículas de contaminación (conocidas como PM2.5) que el viento había movido de una región del mundo a otra.
Ahora, un equipo internacional de científicos ha sumado a esta larga lista una nueva amenaza: más de 750.000 personas mueren prematuramente cada año debido a la contaminación que se genera al fabricar bienes en un lugar para posteriormente venderlos en otro.
Un 22% se debe al comercio internacional de bienes y servicios
Según el estudio, publicado en la revista científica ‘Nature’, en el año 2007, de los casi tres millones y medio de personas que murieron prematuramente en todo el mundo por causas relacionadas con la contaminación, más de 410.000 personas (un 12%) fallecieron por respirar finas partículas de contaminación (conocidas como PM2.5) que el viento había movido de una región del mundo a otra.
Además, los investigadores descubrieron que, ese mismo año, las partículas PM2.5, generadas por la producción de bienes y servicios en una parte del mundo y su posterior consumo o utilización en otra región, provocaron que 764.400 personas (un 22%) fallecieran de forma prematura.