El euro ha recibido además un empujón al conocerse los datos de inflación de índice de precios al consumo en Alemania, que han ascendido del 1,5 por ciento de mayo al 1,6 por ciento de junio.
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El euro ha recibido además un empujón al conocerse los datos de inflación de índice de precios al consumo en Alemania, que han ascendido del 1,5 por ciento de mayo al 1,6 por ciento de junio.
Desde que en el verano de 2013 la Reserva Federal de EE UU anunció el fin de sus compras de deuda la volatilidad en los mercados financieros aumentó, especialmente en países emergentes. Esto unido al frenazo en seco del comercio mundial y la burbuja que se formó en la Bolsa china en 2015 explican las tensiones actuales. La caída de los indicadores adelantados de PMI de EE UU y China esta semana no permiten ver la luz al final del túnel del comercio mundial. Menor crecimiento implica menores beneficios empresariales y, por lo tanto, un precio de las acciones más bajos.
En China el consumo crece un 10%. El problema es que sus empresas sobreinvirtieron y ahora muchas de esas fábricas no tienen demanda y rentabilidad suficiente para devolver los créditos. Y lo mismo en países productores de materias primas. La milenaria historia de las crisis de deuda agravada por unos mercados financieros que han crecido en exceso y sin control con gran capacidad de generar inestabilidad, tanto cuando llegan los flujos y crean burbujas como cuando se van y provocan crisis. El G20 se comprometió tras la quiebra de Lehman a mejorar la gobernanza global de los mercados, pero aún está todo por hacer.