El miedo es un poderoso motivador y una emoción "sana", hasta cierto punto. Una cosa que la gente a menudo no se da cuenta cuando piensa en el miedo, sin embargo, es que el miedo se activa no sólo por el peligro, sino también por la oportunidad ... la otra cara del peligro. Y de hecho, en el trading ambos aspectos son inseparables.

Como resultado de esta división, hay dos tipos de traders, los que están motivados principalmente por el temor de perder una oportunidad ... y aquellos que están motivados principalmente por el miedo a perder dinero.


Los que tienen miedo de perder dinero terminan por perder buenas oportunidades, y los que temen perder buenas oportunidades al final pierden porque entran al mercado cuando no deberían.

En términos clínicos, esta situación de doble aspecto se llama enfoque/evitación y es uno de los problemas más estresantes psicológicamente hablando que los seres humanos enfrentan y que también se manifiesta en el trading. Sufrir de enfoque/evitación es como conducir con un pie en el acelerador y el otro en el freno. El conductor acelera hasta alcanzar la línea roja, pero no va a ninguna parte.

Es como un doble vínculo. Naturalmente, la gente trata de evitar dobles vínculos y sin embargo en el trading lo afrontamos todo el tiempo. No es de extrañar que los traders se estresen, incluso los profesionales.

Los operadores principiantes empeoran esta situación de Enfoque/Evitación, centrándose en una sola cara de la moneda, por lo general la recompensa. Pero cuando hacemos eso, cuando ignoramos la realidad del riesgo y nos centramos exclusivamente en el lado positivo de los mercados, nos sentimos emocionalmente emboscados si el mercado no se comporta tal como esperamos. Esto coloca al trader en un ciclo sin fin de esperanza y desesperación, o en el caso de algunos traders, peleas sangrientas sin fin contra el mercado.
¿Como podemos evitar este problema?
No hay recompensa sin riesgo. Para equilibrar la ecuación de recompensa/riesgo tenemos que dar el mismo nivel de atención a los riesgos en que incurrimos para estimar el potencial de recompensa. Si somos capaces de mantener ambas posibilidades en nuestra mente de manera simultánea, la ganancia potencial y la pérdida potencial, vamos a eliminar la posibilidad de ser sorprendidos por una sorpresa desagradable, que es lo que temíamos en el primer lugar. Si nos preparamos para la pérdida de antemano y administramos el tamaño de la posición de forma adecuada, se reduce la mayor parte del efecto negativo de una pérdida.

Por lo tanto, es fundamental prestar atención a ambos efectos de la ecuación.