Muchos de los mercados bursátiles en todo el mundo acumulan suculentas ganancias a lo largo de los últimos años. En este contexto, una gran cantidad de inversionistas se están preguntando si es momento de tomar ganancias o si conviene mantener las posiciones de compra para incrementar los retornos.

La evolución de los mercados es siempre materia de probabilidades y no de certezas. Por definición, no puede conocerse a ciencia cierta la evolución futura de los precios, ya que esto depende de una enorme multiplicidad de factores, tanto conocidos como desconocidos.

Aclarado esto, existen algunas herramientas que pueden ayudarnos a evaluar la salud y la fortaleza de un mercado alcista cuando las interpretamos con inteligencia.

Complacencia y ánimo de mercado

Más allá de las variables típicas de análisis económico y financiero, el ánimo de los inversionistas en general juega un rol fundamental en la evolución de los precios. Habitualmente un techo de mercado se produce en un contexto de máximo optimismo, cuando la opinión generalizada es que los precios van a continuar por el camino ascendente. Por este motivo es que los cambios de tendencia en el mercado suelen ser tan dolorosos, porque muchas veces llegan cuando menos se los espera.

En primera instancia esta idea puede parecer contraintuitiva, ya que tendemos a pensar que el optimismo genera mercados al alza y viceversa. Esto es cierto en términos de la dirección de la tendencia, cuando el optimismo va en aumento, el mismo se ve reflejado en órdenes de compra, lo cual impulsa los precios al alza.

Por otro lado, los niveles extremos de optimismo son una pésima señal en cuanto a la evolución futura de precios. Si todo el mundo piensa que los mercados van a seguir subiendo, probablemente buena parte del dinero disponible para invertir en el mercado ya se encuentra comprado. Así las cosas, no queda mucho dinero fresco en términos de poder de compra que pueda seguir impulsando los precios al alza.

Algo similar sucede con el flujo de información y la posible evolución de las principales variables económicas. En tiempos de optimismo récord los mercados están esperando una evolución inusualmente favorable de los datos, lo cual incrementa las probabilidades de una decepción cuando las expectativas son extraordinariamente elevadas.

Una mirada hacia arriba y hacia abajo

Más allá del análisis tradicional relacionado con los gráficos de mercado y los diferentes niveles de soporte y resistencia, podemos analizar diferentes mercados y sectores para estudiar la salud de un mercado alcista.

En una mirada hacia arriba, podemos evaluar el comportamiento de diferentes mercados accionarios. Supongamos por ejemplo que queremos saber si un índice de Estados Unidos, como el S&P 500, puede continuar con su camino ascendente. Además de evaluar lógicamente el gráfico de precios del S&P 500, podemos analizar que sucede con los mercados en Europa y Mercados Emergentes.

En general la mayoría de los mercados bursátiles en todo el mundo tienden a mostrar correlación positiva. Es decir, lo más habitual es que se muevan en el mismo sentido a largo plazo, aunque el grado de correlación puede cambiar en un momento u otro. El punto principal es que si queremos evaluar la salud del mercado en Estados Unidos, podemos comenzar por evaluar la salud del mercado accionario global, entendiendo a las acciones como una clase de activo en si misma más allá del país en particular.

El ejemplo es bien ilustrativo cuando pensamos en mercados más pequeños. La acción de precios en Argentina, México, Colombia o Brasil seguramente tiene mucho que ver con la evolución de los mercados más grandes, como Estados Unidos, Europa, o China.

También es interesante analizar las cotizaciones en en el mercado de renta fija. Cuando los bonos de alto riesgo están teniendo mejores retornos que los bonos seguros, es probable que esto refleje buenas expectativas económicas y un elevado apetito por el riesgo en el mercado financiero. Generalmente este tipo de contexto en el mercado de renta fija es favorable para las subas de precios en el mercado de acciones.

En el mismo sentido, es recomendable analizar lo que sucede debajo de la superficie en términos de la evolución del índice. Una suba de mercado liderada por sectores cíclicos como tecnología, consumo discrecional, y sector financiero, es generalmente más sólida que cuando los precios son impulsados al alza por sectores de bajo riesgo, como servicios públicos o consumo masivo.

Conviene tener en cuenta que los mercados no suben ni bajan en línea recta, sino que siempre hay ajustes en el medio de una tendencia de largo plazo. Se dice que el mercado puede corregir vía precio o vía tiempo, el primer escenario implica cotizaciones a la baja, mientras un descanso via tiempo se ve reflejado en un mercado principalmente lateral

Un descanso vía tiempo, es decir, una consolidación lateral en medio de una tendencia ascendente, implica que las manos compradoras se encuentran fuertes, y que existe una elevado grado de convicción entre compradores. En cambio, cuando los inversores están dispuestos a desprenderse rápidamente de sus posiciones, esto refleja debilidad en términos de la salud del mercado.

Un proceso de rotación de mercado, en el cual algunos sectores ajustan y otros suben de precio, es interpretado habitualmente como un comportamiento saludable. En cambio, si la mayoría de los sectores muestra estancamiento o declinación, esto podría estar anticipando problemas mayores en cuanto a la continuidad de la tendencia alcista.

Siempre es importante analizar los diferentes indicadores desde una mirada integral y teniendo en cuenta las particularidades de cada contexto sin entrar en razonamientos demasiado esquemáticos.

Ningún indicador aislado puede despejar la incógnita sobre la evolución futura del mercado, sino que es tarea del inversor o el analista analizar y sopesar cuidadosamente la evidencia con una mirada lo más objetiva y abierta posible.