No se trata de un bono ni de una acción. Tampoco es una opción, pero combina parte de las características de estos tres activos financieros tan disímiles entre sí. ¿De qué estamos hablando?
La Unidad Vinculada al PBI o, en la jerga, el Cupón Atado al PBI es un instrumento muy particular.
Hay diversos ejemplos en el mundo de diferentes cupones que participan al inversor del crecimiento o del éxito de una determinada economía. Es una manera de endulzar una emisión y tentar a los inversores. La Argentina no es el único país que ha instrumentado unidades o cupones ligados a determinado hecho económico; en su caso lo ha hecho para alcanzar un mayor grado de aceptación en el canje de deuda en default en el año 2005 y su reapertura del 2010. El ex-ministro de Economía, Roberto Lavagna, fue quien diseñó estas unidades atadas al PBI, y existe una en pesos, otra en dólares (con dos legislaciones) y la última en euros.
En Venezuela alguna vez se emitieron títulos atados al precio del petróleo, y en el sudeste asiático otros gobiernos han emitido deuda con esa característica atada a determinado activo subyacente que la hace más atractiva.
Este instrumento es, en realidad, una combinación de opción europea y estadounidense sobre el crecimiento del PBI doméstico.
Para que se realice el pago, y el mismo se realiza todos los 15 de diciembre del año posterior, se deben dar tres condiciones restrictivas:
El PBI real del año en cuestión debe superar al del caso base (desarrollado en 2005 originalmente)
Lo mismo para la tasa de crecimiento que va convergiendo de mayor a menor al 3%
El cupón no debe exceder al remanente establecido en el mismo cupón: hay un máximo fijado. Los pagos no pueden acumular más de 48 centavos por cada dólar emitido en cada una de las tres series emitidas.
A modo de ejemplo, el título en pesos pagará ARS 24 en diciembre de 2018 si la economía crece por encima del 3% anual y si el PBI de 2017 es superior al proyectado.
Este tipo de instrumentos, además de ser muy sensibles a la tasa de descuento por ser algo pensado a largo plazo pero sin una fecha precisa de extinción, presenta además otro riesgo que es la posibilidad de que el gobierno de turno cambie la base de referencia para el cálculo de los cupones PBI. Una base más elevada hace que sea más fácil incumplir una de las condiciones básicas para su cobro, ahorrándose el dinero.
Es el caso actual en la Argentina, se podría cambiar el año base o de empalme de 2004 por 2017, una medida que sería anunciada recién en febrero o marzo del año próximo. El Gobierno anterior ya había cambiado la base de 1993 a 2004. Al tomar en cuenta como empalme el año 2004, el PBI base (729.292 millones para 2017) es mayor que con 2012 (630.392 millones), lo que pone una nivel más elevado para pagar la renta ese año.
¿Cuánto se paga? Es una fórmula que incluye el deflector de precios de la economía, el tipo de cambio y el nivel y crecimiento del PBI. En la Argentina, el pago del cupón es el 5% de la diferencia entre el PBI de 2017 contra el PBI del caso base. Si se eligiera 2004 como base del PBI, el pago sería mucho menor que con el empalme 2012, dado que la diferencia es mucho menor.