El Gobierno de Argentina presentó el martes un proyecto de reforma tributaria que bajará gradualmente los impuestos a las ganancias corporativas y gravará la renta sobre los rendimientos de activos financieros, en un intento por impulsar la economía sin perjudicar al Tesoro.

La iniciativa forma parte del ambicioso plan de reformas que lanzó el lunes el presidente Mauricio Macri en busca de atraer las inversiones que necesita el país, y que incluye también cambios en las regulaciones laboral y del mercado de capitales y en el sistema de pensiones, entre otras cosas.

"En el corto plazo tenemos dos objetivos que compiten entre sí, que son la baja del déficit y la baja de los impuestos. Entonces, tenemos que ser graduales con la baja de los impuestos", señaló el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al presentar el proyecto de ley que enviará al Congreso en días.

La reforma tributaria, que según Dujovne sería neutral para el fisco al cabo de su aplicación gradual en cinco años, prevé bajar paulatinamente el impuesto sobre las ganancias corporativas que no se distribuyan hasta un nivel de 25 por ciento en cuatro años, desde el 35 por ciento actual.

Además, el proyecto prevé aplicar una tasa del 15 por ciento a los rendimientos de instrumentos en moneda extranjera, que bajará al 5 por ciento para los activos en moneda local. Dujovne consideró que esto no afectará a los mercados de capitales.

Por otro lado, y con la intención de aumentar el nivel de empleo, el Gobierno propuso establecer un piso mínimo que irá en aumento gradual sobre el cual las empresas pasarán a pagar la seguridad social de sus empleados, que alcanzaría los 12.000 pesos mensuales en el 2022.

En tanto, el Gobierno estimó que la reforma generará un crecimiento adicional de la economía de 0,5 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto al año y reducirá la evasión fiscal, lo que disminuiría para el Tesoro el costo de los recortes impositivos a 0,3 por ciento del PIB.