Despertarse al amanecer y dormir durante la noche no ha sido la rutina de los mamíferos desde que poblaron la Tierra.

Hasta hace 66 millones de años, estos animales habrían tenido exclusivamente hábitos nocturnos. Esto habría cambiado cuando los dinosaurios no aviares se extinguieron, según un nuevo estudio encabezado por el University College de Londres y el Museo de Historia Natural Steinhardt de la Universidad de Tel Aviv.

La investigación, publicada en Nature Ecology & Evolution, analizó 2.415 especies de mamíferos vivos en la actualidad y usó algoritmos computacionales para reconstruir los patrones de sus ancestros que vivieron millones de años atrás.

"La hipótesis sugiere que los mamíferos se restringieron a la actividad nocturna para evitar la confrontación directa con los dinosaurios superiores. Si esto es cierto, la extinción de los dinosaurios no aviares habría abierto nichos ecológicos que antes no estaban disponibles para los mamíferos, al liberarlos de la depredación de los dinosaurios o de la competencia con ellos", dice a "El Mercurio" Roi Maor, investigador de la U. de Tel Aviv y principal autor del estudio.

Según los investigadores, aunque el cambio de una actividad nocturna a una diurna fue rápido, incluyó una etapa intermedia de algunos millones de años en que los animales desarrollaban sus actividades tanto en el día como en la noche.

Otra parte del estudio fue analizar qué animales fueron los primeros en lograr este cambio.

Según se vio, los ancestros de los simios, como gorilas, gibones y tamarinos, estuvieron entre los primeros que abandonaron los hábitos nocturnos.

Esto se relaciona con el hecho de que los simios son los únicos mamíferos que han desarrollado adaptaciones para ver bien a la luz del día, dice la investigación.

Según agrega el investigador Roi Maor, "este estudio ayuda a entender la evolución de los mamíferos y cómo se convirtieron en lo que son hoy".