James Montier nunca decepciona y las leyes inmutables de inversión de James Montier son unas interesantes reflexiones para no perder nunca de vista. Durante muchos años fue un estratega de Société Générale y, en la actualidad, es uno de los responsables de asignación de activos de GMO (la gestora fundada en 1977 por Jeremy Grantham).

James Montier es uno de los inversores más conocidos de los últimos tiempos, especialmente por centrarse en la inversión conductual o “behavioral investing”, que se enfoca en los factores psicológicos que pueden afectar a los inversores en la toma de decisiones.

James Montier es conocido por su pesimismo estructural y por la lucidez argumental de sus análisis, lleno siempre de sentido común, perspectiva, profundidad y toma de decisiones.

Pues bien, ha bautizado como las Siete Leyes Inmutables de Inversión de James Montier los principios que, a su juicio, se encuentran detrás de numerosas historias de éxito en los mercados. Aunque, a priori, todas son igualmente importantes, lo cierto es que en su desarrollo se centra fundamentalmente en la primera, lo que debería servir como referencia de su importancia relativa.

Siete Leyes Inmutables de Inversión de James Montier

James Montier llegó a la conclusión de que los inversores deben ser fieles a los principios que siempre han guiado (y siempre guiarán) a la inversión sensata, pero ¿cuáles son estos principios?

1.- Exija siempre un margen de seguridad.


Mantén siempre un colchón de seguridad, es una forma elegante de decir: ¡compra barato! El objetivo de la inversión (en general) no es comprar a un valor justo, sino comprar con un margen de seguridad. Cuando los inversores violan la primera ley invirtiendo sin margen de seguridad, se arriesgan a la posibilidad de la pérdida permanente de capital. En su opinión, en la actualidad escasean los activos financieros que ofrecen tal colchón.

2.-Esta vez nunca es diferente.


John Templeton definió “esta vez es diferente” como las cuatro palabras más peligrosas en el mundillo de la inversión. Cuando lo oigas, no te dejes arrastrar por los cantos de sirena y haz como Ulises: átate al mástil de tus convicciones y encuentra en una perspectiva histórica más amplia argumentos para desmontar las afirmaciones de quienes van camino del estrellato o… ¿de estrellarse?

3.-Sé paciente y espera la gran oportunidad.


La paciencia es un activo escaso, especialmente desde que se obliga de rendir cuentas periódicas, fundamentalmente trimestrales. Hay pánico a la espera y propensión a actuar porque sí como justificación del propio trabajo. No hagas nada cuando no haya nada que hacer. Es momento de acumular caja para cuando el pánico o la euforia irracional te den entrada en el mercado.

4.-Ve contra el sentir generalizado del mercado.

Es la única manera de encontrar lo mejor en el mismo, el valor que te diferenciará frente a la masa. La búsqueda y materialización del valor pasa, generalmente, por comprar barato lo que otros venden y vender caro lo que otros compran. Como animales sociales estamos cómodos entre la multitud. Nuestros cerebros están programados para que seamos animales sociales ¡Sal de la manada! No importa ser el raro, sino acertar.

5.- El riesgo es la pérdida permanente de capital, nunca un número teórico.


La obsesión por indicadores tipo desviación típica sirven para tomar distancia de una realidad mucho más cercana y objetiva: estamos hablando del potencial impacto económico negativo de las decisiones, fruto de la suma de tres factores: errores de valoración, errores de apreciación y errores de gestión de balance. Lo harás mucho mejor si evitas la pérdida permanente de capital.

6.-Desconfía del apalancamiento.

Es una bestia peligrosa que, si no sabes usarla, nunca va a convertir una mala inversión en buena, pero que puede destrozar una idea oportuna y potencialmente rentable. Buena parte de la llamada “innovación financiera” son formas encubiertas de mayor rentabilidad ligada a más endeudamiento.

7.-Nunca inviertas en algo que no entiendas.


Puro sentido común. Si algo aparenta ser demasiado bueno como para ser verdad, probablemente lo sea. No olvides que estás en una industria en la que lo simple se hace complejo con el único fin de generar beneficios para los tiburones.

Con estas leyes James Montier intenta que no pierdas todo tu capital en los mercados financieros invirtiendo hasta la camisa. Nosotros hemos automatizado todas las herramientas que utilizan los inversores profesionales de una forma simple e inteligente, al alcance de todo el mundo. Disfruta de tu día a día y olvídate de los quebraderos de cabeza de los inversores principiantes.