Los reportes de resultados de las empresas suelen tener en un impacto considerable sobre los retornos de las acciones a mediano plazo. Si bien un informe oficial incluye una amplia variedad de factores a tener en cuenta, podemos resumir los datos más importantes en tres variables determinantes: evolución de ventas, datos de ganancias y reacción de precios.

Todo empieza en las ventas

El dato de ventas es fundamental, ya que nos muestra la tasa de crecimiento del negocio. Además, muchos negocios tienen una relación directa entre ventas y márgenes de rentabilidad, lo cual implica que los niveles de rentabilidad crecen cuando crecen las ventas. En el mismo sentido, cuando las ventas superan las expectativas del mercado es habitual que las ganancias también estén por encima de lo esperado.

Las ventas son una variable clave desde el punto de vista competitivo. Las compañías que superan el crecimiento de ventas de sus competidores son las que mejor se posicionan para sostener los resultados en el mediano plazo, lo cual es obviamente muy favorable para el precio de las acciones.

Cuando evaluamos los números de ventas, tenemos que pensar no solo en el dato reportado, sino en las expectativas del equipo directivo respecto al crecimiento de las ventas en el futuro. El mercado financiero es un mecanismo de descuento, y la evolución de precios en un activo depende más de sus perspectivas de crecimiento hacia adelante que de su crecimiento informado en el pasado.

Las ganancias y el valor de las empresas

El dato de ganancias es el que más llama la atención en el mercado; generalmente muchos analistas y medios de prensa suelen centrar su atención en esta variable. En definitiva, el valor de una compañía depende de las ganancias que la empresa pueda generar en el tiempo, entonces es comprensible que el número de ganancias tenga una importancia mayúscula para los inversores.

Al respecto, es importante prestar atención a la diferencia entre factores recurrentes y extraordinarios. No tienen el mismo valor las ganancias de la firma que provienen de sus operaciones habituales que una ganancia de una sola vez, por ejemplo, debido un ajuste contable o la venta de un activo.

Al igual que sucede con las ventas, las ganancias de la compañía en el período reportado son importantes, pero las expectativas de ganancia futura pueden ser incluso más determinantes para el mercado.

Reacción de precios

Además de analizar los números de ventas y ganancias, así como especialmente las expectativas del management al respecto de estos indicadores, resulta fundamental evaluar la acción de precios luego del reporte de resultados, ya que esto nos dice mucho sobre la opinión del mercado y su interpretación de los datos.

A corto plazo la reacción de precios tiende a ser bastante impredecible y poco representativa. Suele suceder que un activo baje de precios apenas se publica el reporte de resultados, para luego terminar subiendo con fuerza, o viceversa.

Los reportes de ganancias se publican en momentos en los cuales el mercado está cerrado, ya sea antes o después de la apertura oficial de operaciones. Se conoce con el nombre de pre-market y after-market respectivamente a las operaciones de compra-venta que se realizan de esta manera.

Generalmente en los mercados de pre-market y after-market, los volúmenes son sensiblemente más pequeños y la acción de precios más volátil y discontinua. Por lo tanto, una orden de compra o de venta por un tamaño significativo puede afectar considerablemente la cotización del activo, sin que esto esté necesariamente reflejando un consenso entre los operadores.

Además, muchas veces las operaciones fuera del horario oficial se realizan con un horizonte temporal agresivamente corto; por lo tanto, las decisiones se basan en criterios que muchas veces no tienen que ver con la salud fundamental del negocio en cuestión y el potencial de las acciones en el mediano plazo.

Es conveniente analizar la acción de precios posterior al reporte de ganancias luego de un día completo de cotización. Si el reporte fue por la mañana podemos observar el cierre del día, mientras que si el reporte es por la tarde deberemos esperar al cierre de operaciones al día siguiente.

En ese plazo de tiempo ya se llevó adelante la conferencia de prensa posterior al reporte de resultados, lo cual ofrece mucha información valiosa al mercado. En el mismo sentido, tanto los analistas como los inversores disponen del tiempo necesario para procesar y analizar la información relevante.

Siempre es importante tener en cuenta que el movimiento de precios en el día puede responder a cuestiones relacionadas con el mercado en general, más allá del reporte de resultados de la compañía. Sin embargo, en las primeras horas luego de un reporte de resultados es de esperar que los datos publicados sean el principal factor detrás de los movimientos de precios.

En conclusión, analizando la evolución de ganancias, ventas y la acción de precios podemos tener una idea clara al respecto del último reporte de ganancias de una empresa y lo que ésto significa para los inversionistas.

El escenario ideal es cuando tanto ventas como ganancias superan a las expectativas y la compañía ofrece además perspectivas alentadoras sobre la evolución de estas variables. Si adicionalmente el mercado acompaña estos datos con una fuerte ola de órdenes de compra, entonces queda claro que la empresa ha reportado buenas noticias.