Con temperaturas que podrían llegar a -20°C –según se estima–, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) –que comenzaron el pasado 9 de febrero– serían uno de los más fríos de la historia. Pero el actual clima frío no podría salvar a este evento, que está siendo amenazado por el cambio climático.

Para el 2050, nueve de los lugares que han albergado a los Juegos Olímpicos de Invierno serán demasiado calurosos como para soportar nuevamente la competencia. Es más, Sochi (Rusia), Garmisch-Partenkirchen (Alemania) y Squaw Valley (EE.UU.) no tendrían suficiente nieve, incluso si es que esta se fabrica de forma artificial.

Daniel Scott, profesor de Geografía en la Universidad de Waterloo (Canadá), y su equipo llegaron a estas conclusiones al armar modelos predictivos en los cuales las emisiones de gases de efecto invernadero –asociados al cambio climático– siguen creciendo y la temperatura global aumenta 4 grados a la mitad del siglo.

Con temperaturas que podrían llegar a -20°C –según se estima–, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) –que comenzaron el pasado 9 de febrero– serían uno de los más fríos de la historia. Pero el actual clima frío no podría salvar a este evento, que está siendo amenazado por el cambio climático.

Para el 2050, nueve de los lugares que han albergado a los Juegos Olímpicos de Invierno serán demasiado calurosos como para soportar nuevamente la competencia. Es más, Sochi (Rusia), Garmisch-Partenkirchen (Alemania) y Squaw Valley (EE.UU.) no tendrían suficiente nieve, incluso si es que esta se fabrica de forma artificial.

Daniel Scott, profesor de Geografía en la Universidad de Waterloo (Canadá), y su equipo llegaron a estas conclusiones al armar modelos predictivos en los cuales las emisiones de gases de efecto invernadero –asociados al cambio climático– siguen creciendo y la temperatura global aumenta 4 grados a la mitad del siglo.

—Valiosa nieve—

La amenaza ya es visible. En los Juegos de Invierno del 2010 en Vancouver (Canadá), los organizadores tuvieron que utilizar fardos de paja y cubrirlos de nieve artificial para llenar los espacios con poca nieve en las pistas de esquí. En los JJ.OO. del 2014, en Sochi, los organizadores almacenaron nieve durante dos inviernos previos al evento, relata “The New York Times”.

Ambas sedes emplearon también tuberías de hielo seco en las pistas de esquí acrobático. Este procedimiento supuestamente conserva hasta por dos días la nieve.

No obstante, durante la primera semana de los Juegos en Sochi, 105 deportistas olímpicos lanzaron una declaración en sociedad con el grupo de defensa contra el cambio climático Protect Our Winters.

“Las condiciones de nieve se vuelven mucho más inconsistentes, los patrones climáticos más erráticos, y lo que antes era un tema de discusión ahora es realidad y un hecho. Nuestro clima está cambiando y estamos perdiendo nuestros inviernos”, escribió en ese momento Andrew Newell, esquiador estadounidense.

Los que participaron en snowboard se quejaron de que la pista de medio tubo tenía baches y otras condiciones peligrosas.

—Terreno perdido—

Pero los efectos del cambio climático no solo se ven en las sedes de los Juegos de Invierno, sino también en las áreas de entrenamiento.

Por primera vez en 28 años, Camp of Champions, una zona de preparación para esquiadores en Canadá, cerró sus puertas. El motivo: falta de nieve y temperaturas cálidas. En este lugar han entrenado deportistas como el estadounidense Shaun White, dos veces campeón olímpico de medio tubo.

Por su parte, el equipo francés de esquí artístico tuvo que recortar su tiempo de entrenamiento en el glaciar Tignus (Francia) debido a la aparición de grietas en la pista. “Es una locura. Siempre pensé que eso del calentamiento global era un cuento de mi abuelo, que me decía que hacía 20 o 30 años esquiaba en tal lugar y había más nieve”, dijo uno de los miembros del equipo francés, Ben Cavet, citado por la agencia AP.

Para el investigador Antoine Rabatel, cada vez será más difícil prepararse para este evento.