La principal clave para tener éxito en el trading es saber hacer una adecuada gestión de las posiciones abiertas: es decir, cerrar la operación en el mejor momento posible, maximizando una ganancia o minimizando una pérdida.

Pero probablemente, el segundo aspecto que tiene más importancia en el trading es saber hacer una adecuada lectura del mercado, que nos permita identificar tendencias sobre las que abrir operaciones.

Lectura adecuada de tendencias en trading
En el análisis técnico clásico se suele decir que el precio y las cotizaciones presentan tres tendencias distintas: primaria, secundaria y terciaria. Estos tres tipos de tendencia aluden a los plazos temporales en los que se forma la misma.

La tendencia primaria sería de largo plazo (entendiendo por dicho plazo la el sentido de fondo que trae el mercado en los últimos 1-2 años).
La tendencia secundaria, la de medio plazo (probablemente la que tenemos en los últimos 3-6 meses).
Y la tendencia terciaria sería la de corto plazo (normalmente la de las últimas dos semanas).
Esta división podría tener sentido para el swing trading. Pero si nuestro trading es más rápido (acercándose al scalping), donde decimos años, deberíamos referirnos a días; dónde decimos meses, a horas y dónde hablamos de días, probablemente deberíamos referirnos a minutos.

Impulsos y retrocesos
En cualquier caso, en la tendencia primaria y secundaria nos encontramos otros elementos que merecen ser mencionados: son los impulsos y retrocesos.

Las tendencias rara vez son constantes y lineales. En la mayoría de casos están compuestas por impulsos (movimientos de aceleración de la tendencia principal) y retrocesos (correcciones de dichos impulsos). Obviamente, para que la tendencia se mantenga, los impulsos deben de tener una magnitud superior a la de los retrocesos.

Podríamos considerar también que tanto los impulsos como los retrocesos son las tendencias terciarias del mercado. Es decir, las que son identificables en los plazos más cortos.

La mayoría de traders prefieren operar los impulsos. Es decir: utilizan sistemas tendenciales que tratan de localizar movimientos a favor de la tendencia principal. Por ejemplo: un sistema muy sencillo sería utilizar un indicador que nos filtre las tendencias de medio y largo plazo (por ejemplo, dos medias móviles a 200 y 50 períodos), y abrir posiciones largas cuando el precio se sitúa por encima de ambas medias, exigiendo a su vez que la media corta esté por encima de la larga, y utilizando la señal definitiva de la consecución de un nuevo máximo relativo.

Pero también existen traders que están especializados en operar los retrocesos. Por ejemplo, utilizando indicadores antitendenciales que nos avisan de agotamiento o sobrecompra (o sobreventa) en la tendencia terciaria, y esperando a que se produzca una figura de vuelta para abrir una posición.

También existe la posibilidad de emprender estrategias de segundo y tercer impulso, abriendo posiciones justo después de que se hubiera producido el último retroceso.

En definitiva, los impulsos y retrocesos son el cuadro de marchas del mercado, independientemente de la dirección del mismo. Existen infinidad de maneras de tratar de localizarlos (de hecho, prácticamente cualquier sistema de trading es una adaptación a la localización de los mismos).