Los índices de Wall Street cayeron abruptamente el viernes, luego de que las crecientes amenazas en la disputa comercial entre Estados Unidos y China profundizaran los temores de una guerra total en ese ámbito.

El Dow Jones cerró perdiendo casi 2,3%, a 23.932,76 puntos tras llegar a caer casi 3%, mientras el Nasdaq, de fuerte componente tecnológico, retrocedía 2,3%, a 6.915,11 puntos. De su lado, el índice S&P 500 -muy seguido por los inversores- bajó 2,2% hasta 2.604,47 unidades.

Los inversionistas estaban angustiados por las amenazas de nuevos aranceles de Donald Trump sobre 100.000 millones adicionales en importaciones chinas, al tiempo que el presidente de EEUU criticó la "represalia injusta" de China al anuncio anterior de Estados Unidos de 50.000 millones en aranceles sobre los productos del gigante asiático.

"Si Estados Unidos ignora la oposición de China y de la comunidad internacional y persiste en sus medidas unilaterales y proteccionistas, el lado chino está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias, al precio que sea", señaló el ministerio de Exteriores chino en un comunicado el viernes.

Las pérdidas fueron amplias, con los 30 integrantes del Dow Jones terminando con resultados negativos.

"El mercado está cada vez más preocupado por la posibilidad de una guerra comercial entre Estados Unidos y China", dijo Tom Cahill, estratega de carteras de Ventura Wealth Management.

"Al mercado no le gusta la incertidumbre y ahora tenemos mucha", subrayó.

Las acciones estadounidenses estuvieron en números rojos durante toda la sesión, pero las pérdidas se hicieron más grandes en la tarde luego de una entrevista del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y un discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.

"Soy cautelosamente optimista de que alcanzaremos un acuerdo (con China por mayor acceso a su mercado), pero si no lo logramos, vamos a aplicar las tarifas", dijo Mnuchin al canal Fox News

De su lado, Powell indicó en un discurso en el Chicago Economic Club. que "elevar las tasas muy lentamente obligaría a adoptar una postura de política monetaria demasiado restrictiva más tarde, que podría poner en peligro el crecimiento económico, pero elevar las tasas demasiado rápido aumentaría el riesgo de que la inflación permanezca por mucho tiempo por debajo de nuestro objetivo de 2%".