Las negociaciones entre el Gobierno griego y la troica están en un punto crítico y, según medios locales, los acreedores han dejado claro que si en las próximas 48 horas no se resuelven los asuntos pendientes, es muy difícil que haya un acuerdo hasta el Eurogrupo del 8 de diciembre sobre la futura financiación.

En la citada reunión, la eurozona debe decidir si aprueba una línea de crédito reforzada que sustituiría al actual rescate el próximo año.

Según el diario heleno Kathimerini, que cita fuentes comunitarias, el punto de desacuerdo más importante entre Grecia y la tro**a (Comisión Europea, Banco Central Europeo Y Fondo Monetario Internacional) es la brecha financiera para el año 2015.

El portal informativo in.gr incluso habla de un "ultimátum" de la Comisión Europea a Atenas.

La tro**a calcula que esta brecha será superior a los 2.000 millones de euros y pide a Grecia tomar nuevas medidas para financiarla.

La semana pasada el Parlamento griego revocó parcialmente una ley aprobada hace tan solo tres semanas que permitía a los ciudadanos y empresas devolver sus deudas fiscales al Estado en hasta cien plazos, con el objetivo de apaciguar a los acreedores y facilitar su regreso a Atenas.

Con esta enmienda se pretendía precisamente reducir la brecha financiera, que la tro**a calculaba en 3.600 millones, de los que 1.000 millones hubieran procedido de las facilidades que permitía la versión original de esta ley.

Los socios de la zona euro han condicionado la aprobación de un crédito para el próximo año a que Grecia cumpla todos los asuntos pendientes del programa de ajuste actual.

Entre los asuntos espinosos de la actual quinta revisión del programa, que comenzó en septiembre y fue interrumpida poco después, figuran, además, el despido antes de finales de año de 5.500 empleados públicos, la reforma de la legislación laboral y el levantamiento de la moratoria a los desahucios.

De acuerdo a "Kathimerini", el Gobierno griego pide la vuelta de la troica lo antes posible -en principio se hablaba de la semana pasada, luego de esta-, mientras los acreedores prefieren al parecer un acercamiento previo para evitar que su presencia en Atenas se prolongue demasiado.

El ministerio de Finanzas griego está examinando opciones que le permitan ahorrar entre 500 y 1.000 millones de euros, con recortes en los presupuestos de la administración local y de los organismos de Estado.