La polémica contribución extraordinaria al sector energético impuesta por el Gobierno portugués fue contestada por las empresas afectadas, algunas de las cuales ya anunciaron que no pagarán.

Medios lusos informaron hoy de que la petrolera Galp (LISBON:GALP) -una de las compañías con más peso del país- no abonará este impuesto y seguirá así los pasos de Redes Energéticas Nacionales (REN), que hizo público este lunes en un comunicado su negativa a pagar esta tasa especial.

Por el contrario, Energías de Portugal (LISBON:EDP) discutió inicialmente la decisión del Ejecutivo pero acabó por acatarla, con un impacto en sus cuentas de 2014 que la propia firma estimó en cerca de 50 millones de euros.

La creación de este impuesto data de octubre de 2013 y fue incluida en los Presupuestos Generales del Estado de 2014 con el objetivo de recaudar cerca de 150 millones de euros.

El Gobierno luso, de signo conservador, optó este año por extender la vigencia de esta medida, que forma parte también de los Presupuestos de 2015.

Esta tasa extraordinaria fue fijada en el 0,85 % sobre el activo fijo -tangible e intangible- de las compañías del sector.

Fuentes de la petrolera Galp confirmaron al periódico económico Jornal de Negócios que la firma optó por no pagar esta contribución -se estima que implicaría un montante cercano a los 35 millones de euros- debido a que sus análisis jurídicos apuntan a que este tributo es "ilegal".

En una comunicación al regulador bursátil portugués, los responsables de REN anunciaron que no abonaron de momento este cargo -equivalente a 25 millones de euros aproximadamente- porque la empresa "continúa evaluando la legalidad de este impuesto".

La Comisión Europea, en uno de sus últimos informes sobre Portugal antes de que el país cerrase su programa de asistencia financiera (que dejó atrás el pasado mayo), ya se mostró preocupada por la eficacia de esta contribución, e instó al Gobierno a garantizar que el impuesto no repercutiera en un aumento del coste de la energía para los usuarios.