Desde 2008, año que marcó el inicio de la crisis económica en Europa, uno de cada cuatro trabajos se han destruido en Grecia, el país más gravemente afectado y donde el 70 por ciento de los 1,3 millones de desempleados está en esta situación por más de un año.

Estos datos fueron revelados hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un estudio titulado "Empleo Productivo en Grecia".

Los autores del informe describen como "anémica" la dinámica de creación de empleo y sostienen que en caso de que no se tomen acciones rápidas, la crisis social en Grecia se prolongará.

La consecuencia central de la grave situación del empleo es el aumento de la pobreza, que se ha duplicado en los últimos cinco años, y que ahora afecta a un 44 por ciento de la población, más del doble que en 2008.

El análisis de la OIT muestra que la estrategia de recuperación que el gobierno ha aplicado no funciona porque se equivoca en la identificación de los factores que afectan la competitividad del país.

Se explica que se ha intentado emprender la recuperación en base a una disminución de salarios y de la consolidación fiscal, como condiciones para restaurar la competitividad y propiciar el crecimiento económica, cuando en realidad las remuneraciones no constituyen una traba para la competitividad.

"Hasta ahora, esta estrategia ha ayudado a restaurar las finanzas públicas, pero no ha conseguido los resultados esperados en términos de una económica sostenible o de una recuperación del empleo", comentó el director del Departamento de Investigación de la OIT, Raymond Torres, al presentar el informe.

Entre las medidas inmediatas propuestas por la OIT a Grecia está la activación de garantías públicas para los jóvenes que buscan trabajo y los grupos más necesitados.

También le alienta a promover las empresas de "economía mixta" como espacios para la creación de puestos de trabajo y a mejorar el acceso al crédito para los pequeños negocios.