En los países que buscan mecanismos baratos de monitoreo de sismos se podría probar el sistema global de posicionamiento (GPS, por sus siglas en inglés) de los smartphone para detectar terremotos y emitir alertas segundos antes de que comiencen los movimientos más fuertes, propone una investigación publicada en la revista "Science Advances".

"La mayor parte del mundo no recibe alertas de terremotos, en gran parte debido al costo de construir las cadenas científicas necesarias para el monitoreo", dijo Benjamin Brooks, geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y quien encabezó el proyecto.

Si bien muchas partes del mundo son proclives a sufrir terremotos, los sistemas que detectan el comienzo de un sismo y envían alertas a las personas antes de que sientan el movimiento operan en unas pocas regiones, como Japón y México. Los GPS en teléfonos inteligentes, aunque menos precisos que un equipo científico, podrían detectar sismos de mediana y gran intensidad como el de magnitud 7 que sacudió a Haití en 2010 causando más de 200.000 muertos.

Tras analizar el terremoto y posterior tsunami del 2011 en Japón, los investigadores concluyeron que se podrían haber salvado vidas si los datos de GPS hubieran sido usados para enviar alertas antes de que el movimiento llegara a Tokio y antes de que el fatal tsunami alcanzara la costa.

"La velocidad de una advertencia electrónica es más rápida que el movimiento telúrico", dijo Craig Glennie, uno de los autores del reporte y profesor de la Universidad de Houston.

Los investigadores hallaron que los datos reunidos de un poco menos de 5.000 smartphone en un área metropolitana podrían ser analizados lo suficientemente rápido para emitir una advertencia a personas alejadas del epicentro y potencialmente salvar vidas.

Los científicos no especificaron si los usuarios de los teléfonos recibirían las alertas por mensajes, llamadas o aplicaciones. La Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por su sigla en inglés) accedió a probar un sistema piloto de advertencia conformado por sensores de teléfonos inteligentes y sensores de alto grado científico a lo largo de la costa chilena.