La atención se centra en la publicación de los datos de empleo de Estados Unidos, que se conocerán a las 8:30 del este. Se espera que en agosto se hayan creado unos 165 mil nuevos empleos, una cifra que los analistas casi han estandarizado, y que llamativamente en julio se cumplió. Al tiempo, se aguarda que la tasa de desempleo haya quedado en el 3.7%, y las ganancias promedio por hora hayan crecido un 0.3%.
El antecedente inmediato, la encuesta ADP conocida el jueves, invita al optimismo. Se agregaron 195 mil nuevas nóminas el mes pasado en el sector privado, lo que permite pensar en una cantidad similar para el dato de la fecha.
Naturalmente, una lectura mejor de lo que marcan los pronósticos podría darle algo de respiro a un dólar que esta semana se mostró mixto, y diríamos que con un sesgo bajista en varios frentes. Cierto es, igualmente, que las divisas que mejor performance tuvieron ofrecieron rallíes basados en buenas noticias: la libra Esterlina se escapó de sus mínimos de 3 años ante las derrotas, muy duras, de Boris Johnson en el Parlamento británico, seguidas por la renuncia de su hermano Jo. El hecho de que Johnson esté más cerca de regresar a su casa que de conducir a Reino Unido a un Brexit sin acuerdo fue bien visto por los mercados.
Por otro lado, el dólar canadiense se fortaleció ante un comunicado del BoC algo más agresivo de lo esperado, quebrando varias zonas de soporte, y buscando la zona de 1.3100, que aún no alcanzó.
Reforzando el buen ánimo de los mercados, que llevó a los operadores a buscar riesgo, el ISM de servicios, que venía cayendo a gran velocidad, se recuperó en agosto con cifras superiores a lo esperado.