Los inversionistas fueron recibidos con datos débiles el lunes, ya que China publicó las cifras del PIB. La segunda mayor economía del mundo continúa expandiéndose, pero el PIB se ha debilitado, lo que apunta a una desaceleración económica. China informó que el PIB se había reducido a 6.6% en 2018, marcando su nivel más bajo desde 1990. El PIB para el cuarto trimestre cayó a 6.4%, en comparación con 6.5% en el trimestre anterior. El lanzamiento suave del PIB viene de la mano del comercio blando y los datos de fabricación. Una disminución en China podría llevar a la economía japonesa a una recesión, ya que los sectores de exportación y manufactura dependen en gran medida de la demanda china.
El gobierno de Trump ha amenazado con aumentar las tarifas si no se llega a un acuerdo antes del 1 de marzo, pero está programada una segunda ronda de negociaciones entre las partes para el fin de mes en Washington. Los funcionarios chinos estarán bajo presión para mostrar más flexibilidad en las conversaciones, a fin de frenar el sangrado económico.