En Europa la previsión de consenso habla de un crecimiento más moderado que en EE UU y que será muy similar al registrado en 2016 (en torno al 1,6%). Los mayores costes energéticos y la incertidumbre en torno al impacto del Brexit deberían verse compensados en gran medida por los vientos de cola que soplan al otro lado del Atlántico