Cada vez que incursionamos en el mundo de las finanzas tenemos afrontar muchísimos riesgos de los cuales debemos estar preparados para afrontarlos. Uno de los temores más grandes de los inversores es la pérdida de dinero como consecuencia de las burbujas financieras ya que, cuando todo en el mercado sube es difícil no querer beneficiarse de ellas.

Pero ¿cómo podemos diferenciar un rally de una burbuja para evitar el engaño?

Claves para identificar a las burbujas financieras

Ante todo, lo primero es importante distinguir a las burbujas financieras de la sobrevaluación de las acciones o de un índice bursátil.

Estos conceptos suelen prestar confusión con bastante frecuencia, por lo que es importante marcar las diferencias desde un principio. Aunque no hay parámetro exacto que determine cuando estamos ante una sobrevaluación y cuando estamos en una burbuja, existen ciertas características que corresponden a cada una.

La sobrevaluación se da cuando un activo (las acciones de una empresa, por ejemplo) cotiza por encima de su valor “justo”. La sobrevaluación es algo bastante normal y se produce con frecuencia.

Es importante dejar en claro que el valor “justo” de una empresa es algo que no sabe nadie a ciencia cierta. Es un tema de criterio. Muchos analistas podrán tener su propia estimación, pero todas no son más que opiniones subjetivas, no datos objetivos. Por ello, es fácil entender que es casi imposible que una acción cotice a su valor “justo”, aunque supiéramos que ese valor “justo” son exactamente 10 dólares, por citar un ejemplo. Por eso, lo normal es que la cotización esté por encima o por debajo de ese valor “justo”.

Siguiendo el ejemplo anterior, teóricamente a 9 dólares estaría subvaluada y a 10,35 dólares estaría sobrevalorada. Pero, en la práctica, se denomina sobrevaluación al hecho de que la acción en cuestión cotice claramente por encima de ese valor justo y la subvaluación tendría lugar cuando cotice claramente por debajo de su valor “justo”.

¿A qué nos referimos con "claramente"?

Eso también es subjetivo. Podría ser un 20%, pero también un 30%, o un 50%, quien sabe…
Para algunos, la sobrevaloración comienza en el 15% y para otros, en el 25%. Incluso, para un inversor, una determinada compañía puede estar sobrevalorada en el mismo momento en que otro inversor considera que cotiza aproximadamente a su valor “justo”. Estos conceptos son bastante difusos y tienen grados que también son difusos.

La sobrevaloración y la subvaluación son situaciones normales y habituales. Cuando una empresa está sobrevalorada en un determinado momento, corregirá esa sobrevaloración antes o después (normalmente con una caída de las cotizaciones).

También podría ocurrir que la cotización se mantuviera estable o subiera y que el valor real de la empresa subiera más, eliminando esa sobrevaloración.

¿Qué es una burbuja?

Una burbuja es una sobrevaloración extrema. Las burbujas no suceden habitualmente, sino en momentos puntuales que suelen quedar en la memoria. Las burbujas financieras como la de Internet de los años 1999-2000, son algo que queda en la historia y se recuerdan para siempre.

Comprar una empresa sobrevalorada es un error que debe evitarse, pero no es una tragedia. De hecho, probablemente todos los inversores compran algunas empresas cuando están sobrevaloradas, porque nadie tiene el inmenso acierto de hacer todas las compras de su vida en momentos en que las acciones están baratas.

Por el contrario, comprar en una burbuja es un grave error. Hay inversiones realizadas en momentos de burbuja que nunca serán rentables ya que, por muchos años en adelante, el inversor que las hizo y las mantuvo no conseguirá recuperar esta pérdida.

Para evitar que tus finanzas sufran en exceso si se invierte en medio de una burbuja, es importante que el capital que destines a las operaciones en Bolsa no sea imprescindible para tu vida personal en el corto plazo.

¿Cómo evitar las burbujas financieras?

Los motivos que llevan a las personas a comprar en burbujas son psicológicos. En esa línea, utilizando el conocimiento, la lógica y el sentido común es fácil detectarlas. Y con esto tenemos lo más importante: saber que estamos en una burbuja, y no comprar en ese momento. El resto es tarea psicológica, no dejarse arrastrar por la marea que ha formado esa burbuja.

Detectar las burbujas y no comprar es fácil. Lo difícil es saber hasta dónde llegará la burbuja que se esté formando, y cuándo va a estallar.

Si supiéramos todo esto de antemano, podríamos ganar mucho dinero especulando a la baja. Pero por el momento, tendremos que concentrarnos en no perder dinero con las burbujas financieras.

Para ello, existe una manera de invertir diversificando el riesgo que implican las burbujas financieras. Se trata de los Fondos Cotizados en Bolsa o ETF”s.