Los críticos culparon a Mason de malas prácticas contables y mal uso de la publicidad que llevaron a la debacle de la empresa, que nunca logró repuntar.
Tras su legendaria despedida, Masón se dedicó a emprendimientos creativos como una aplicación de caminatas guiadas llamada Detour y un álbum de música motivacional para empresarios llamado “Hardly Workin´” (Apenas trabajando).