Catar, sunní, está también dirigido por una monarquía conservadora, pero ha mantenido una política exterior muy independiente de Arabia Saudita. Explota con Irán un enorme campo de gas del Norte, que proporciona riqueza desde los 90 -Catar es el mayor exportador mundial de gas natural licuado-. Además acoge a los Hermanos Musulmanes, detestados por la monarquía saudita, que los considera rivales para la preeminencia religiosa Sunní y potencial amenazas para la estabilidad de su régimen. Además, Catar ha hecho del canal de televisión por satélite al-Jazeera un foro para la crítica a las potencias de la región.