Esta es la política adoptada por el Gobierno iraní, que ha informado de que en la actualidad esa dependencia directa es inferior al 30 %, frente al 50 % de antes, y que se pretende reducir a cero.
El gobernador del Banco Central explicó recientemente que ahora solo un tercio de las exportaciones están relacionadas con el petróleo.
"El efecto directo de las crueles sanciones es la disminución del crecimiento del sector petrolero y la reducción de los recursos del presupuesto estatal. Todo ello ha afectado al sector no petrolero y, por supuesto, al crecimiento de toda la economía", reconoció Hematí.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que la economía de Irán se contraiga un 9,5 % este año, rebajando una estimación previa que cifraba su reducción en un 6 %.
Las sanciones han fomentado una devaluación de la moneda nacional, que se cambia en la actualidad a unos 110.000 riales el dólar frente a los 42.000 de hace un año y medio, lo que ha favorecido asimismo una inflación este año del 35,7 %, de acuerdo a los datos del FMI.