El acuerdo, que aún debe ser finalizado por los líderes de los tres países a fines de noviembre (y como resultado, es poco probable que el Congreso lo ratifique hasta principios del próximo año), realiza ajustes relativamente modestos en el marco actual del TLCAN. A cambio de exenciones de las tarifas futuras sobre automóviles, México acordó aumentar los requisitos de contenido local y las normas laborales de algunos productos manufacturados, mientras que Canadá hizo pequeñas concesiones en su política de productos lácteos. El acuerdo está programado para un período de 16 años, con una revisión de su eficacia y una oportunidad para extender el acuerdo después de seis años.